El panetón y su
historia
Escrito por Paola Monteverde Buquich
Cuando comenzamos a ver comerciales de panetón , solemos pensar
que el fin del año ya llegó y que la navidad está cerca. Se ha vuelto una
tradición de los peruanos tener panetón en casa en todo el mes de diciembre y
sobretodo en navidad. Pero aunque el panetón
esté siempre presente en todos nuestros hogares, sabemos
muy bien que su historia no es de aquí.
El panetón (Panettone o panetone como nombre original) se creó
entre el año 1494 a 1500 y proviene del país de Italia, de la ciudad de Milán
exactamente.
Aquí su historia.
En el año 1494, en la ciudad de Milan, vivía el rey Ludovico
El Moro, quien una noche de navidad decidió celebrar haciendo un gran banquete.
-
Esta noche quiero que hagan un gran
banquete, tendré muchos invitados y quiero que se luzcan con un gran postre –
decía Ludovico El moro al cocinero.
-
Sí señor – respondía muy seguro, Marcello, el
cocinero.
-
¡Pues apúrense!- decía el rey mientras se
retiraba de la sala.
Llegó la noche y a lo largo de la cena se fueron ofreciendo
exquisitos platillos que los invitados no dejaban de halagar.
-
¡Qué maravilla! ¡Todo está muy rico!– decía
una señora de porte exuberante
-
¡Una gran cena! – decía seriamente un
hombre elegante.
-
Espérense al postre, será una maravilla, ya que he mandado
a preparar algo diferente- concluía el rey.
En la cocina, los cocineros corrían de un lugar a otro preparando
tantos platos para los invitados. Ya habían servido todos los platillos y solo
faltaba servir el postre, que era la estrella de la noche.
-
¡No puede ser! ¡El postre se quemó! ¿Qué
voy a hacer? ¡El rey me va a degollar! ¡Tanto tiempo jactándome de ser el mejor
cocinero del país y ahora mi talento me llevará a la muerte! – exclamaba
llorando el gran cocinero de la casa real.
Todos los trabajadores del palacio, comenzaron a darle
abrazos de despedida, pues sabían que el rey no perdonaría algo así, menos en
la noche de navidad frente a sus grandes invitados.
-
¡Marcello! tal vez esto pueda servir. –
dijo tímidamente Antonio, mostrando una masa.
Antonio era el ayudante de cocina de Marcello y el encargado
de lavar las vajillas, un plebeyo de la época, muy pobre. Esa noche, con las
sobras, había amasado una especie de pan dulce con frutas confitadas y pasas
para llevarlo a su casa en navidad.
-
¿Qué es eso Toni? – exclamó Marcello.
-
Es el pan que había hecho con las sobras de
la comida para llevarlo a mi casa esta noche. - decía un inocente Toni.
-
¡Cómo se te ocurre que voy a darle sobras
al rey! ¡Tú estás loco!
-
Marcello, no pierdes nada, esto podría
salvar tu muerte. – le decía una convincente mucama.
-
¡Tienes razón! Dame eso Toni, vamos a
hornearlo rápido. - decía Marcello apurado y con resignación.
El postre de emergencia fue llevado a los comensales,
recibiendo grandes elogios. Ludovico llamó al cocinero.
-
¿Tú has preparado este postre?
-
No señor, es el pan de Toni. – decía un
asustado Marcello, apunto de llorar.
-
¡Pues esta delicioso! ¡Nos encantó! ¡Es un
manjar de los dioses! – exclamaba con felicidad el rey.
Y es así que con el tiempo el nombre del pan de Toni, fue
evolucionando y se convirtió en lo que es ahora el panettone.
El panetón en el
Perú
Los peruanos hemos adoptado con tanto gusto este postre, que
somos los mayores consumidores en el mundo, después de los italianos, superando
incluso a Brasil, que es el país más grande de Sudamérica. Se estima que
consumimos aproximadamente 30 millones
de estos al año y que cada peruano come cerca de un kilo de este dulce
italiano.
Un estudio, realizado por la empresa
Panetones D’Onofrio, una de las marcas más antiguas en el mercado peruano,
reveló que para el consumidor nacional este pan
dulce representa a “un ser muy querido en el hogar”, por lo que
su presencia en las fiestas navideñas es “indispensable”.
¿Pero cómo llego el panetón al Perú?
La presidente de la Asociación de
descendientes italianos en el Perú, Vanessa Mendoza, precisó que la receta
original del panetón lo trajeron un grupo de comerciantes genoveses. Pero la
cosa no quedó ahí, ya que tuvieron que cambiar la receta, porque no tuvo tanta
acogida como esperaban.
“El panetón milanés (biscocho achatado) no tuvo
acogida, por eso se cambió al pan dulce con forma acampanada y ese quedó hasta
ahora”, añadió. Como el panetón se vendía en los bachiches (como se conocía a
los negocios pequeños italianos de los barrios de la época) se pudo adoptar más
rápido.
Ya en el año 1950 fue que los empresarios
pasteleros italianos Angelo Motta y Gino Alemagna decidieron industrializar
este gran bizcocho.
“Con la industrialización del panetón se
empezó a usar insumos nacionales, en el caso de la harina, ya no era la
italiana con la que se elaboraba el artesanal, por ejemplo”, comentó Vanessa
Mendoza.
Hoy, en Perú existen aproximadamente 60
marcas, entre industriales y artesanales, y se considera que el sector crece a
un ritmo de cinco por ciento cada año.
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